jueves, 5 de junio de 2008

Basura en la ciudad: esa maldita costumbre

Papelitos, boletos de colectivos, filtros de cigarrillo, restos de comida, latas, cajas, botellas de plástico, de vidrio, basura que se acumula, se amontona y que convierte a la ciudad en un verdadero tacho de basura. Según el Gobierno de la Ciudad, "el incremento de basura coincide con el crecimiento del consumo y la reducción se relaciona con los problemas económicos". Si por problemas económicos debería haber menos, evidentemente, no es así, la basura se incrementa día a día sin relación social o económica, es un problema que existe, es un hecho constante y factor determinante y contaminante de la vida diaria.

Y es un problema mucho más serio de lo que parece. En Buenos Aires y el Conurbano viven más de doce millones de personas que producen diariamente unas 13.000 toneladas de basura (!) y sólo existen tres rellenos sanitarios que reciben esos residuos. Dichos rellenos dan lugar a sendos escenarios de protestas vecinales, y es lógico, nadie quiere que le pongan cerca los residuos de los demás, nadie quiere vivir en ambiente contaminado, nadie quiere hacerse cargo y nadie sabe qué se va a hacer con la basura en los próximos años...¿qué pasará con la basura en Buenos Aires?

Es lamentable ver esa postal en las calles porteñas y
particularmente me da mucha vergüenza, la gente se ha acostumbrado a tirar todo, en serio, todo! y tampoco he visto cestos en buenas condiciones y en cantidades como para decir, "ok, no hay excusas, hay suficientes tachos en la ciudad, por lo que no debería haber ni un sólo papelito". ¿Es un problema de costumbre, un problema cultural o es un problema de infraestructura y de falta de tachos? La respuesta: es un problema de absolutamente todo.

Hoy en día, se está buscando disminuir la cantidad de residuos mediante leyes que impulsan la recuperación y el reciclado, se trata de hacer también un cambio cultural que llevará años, y eso es precisamente, una de las cosas que nos diferencia de los países del primer mundo en estos temas: la inexistencia de la cultura del reciclaje, es tan complejo tratar de generar conciencia con algo que es tan básico. Es un problema que nos llevará años y en caso que se logre, será un alivio, pero no una solución.

No es sencillo pero por algo se empieza, por ejémplo con algo tan simple como conservar el papelito de chicle en el bolsillo y esperar a llegar a casa para poder tirarlo en el cesto, tal vez así uno genere pequeños cambios, al menos de a poco y no es tan complicado, ¿verdad?...y tal vez, así, nos saquemos de encima...esa maldita costumbre.

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