lunes, 26 de mayo de 2008

Una lágrima de café en San Telmo

Tanguero como él solo se viste de recuerdos, sus rincones y calles empedradas, cafecitos, ferias de diseño, talleres artesanales, casas de antiguedades, hostels, una mezcla bizarra de estilos, diseñadores independientes y cantantes de tango, aroma a café y a pizza, mezcla entre lo añejo, lo pop y lo vanguardista.

A veces camino por el corazón porteño con nostalgia, observo las casas, sus puertas y sus ventanas, quiero creer que se conservará por siempre y que ese estilo arquitectónico tan particular quedará como huella tanguera de alguna época que fue tan apasionada, tan sufrida y tan amada.
Carteles, colores, turistas, camino pisando algún que otro recuerdo de conventillo y un guapo, ahí parado, de sombrero y traje negro, tarareando "Los Mareados" ...o es "Por una cabeza"? sí, es "Por una cabeza" que me lleva al Buenos Aires de antaño y me transporta a otra época, en blanco y negro. Soy la misma pero vestida con medias de red, vestido aterciopelado al cuerpo y tajo al costado, zapatitos de taco, pañuelo al cuello, cabello impecable, labios rojos y bailando por un pasado...

Vuelvo al San Telmo actual, ¿lo reconozco? busco un bolichín y me siento a tomar un café.
-"Una lágrima, por favor"- como corresponde, bien de época y bien de tango, música de fondo, el mozo me trae el café y de alguna manera, comienzo a preocuparme ¿por qué? ¿será que en vez de tango estoy escuchando otra cosa? Vuelvo al blanco y negro, regreso al pasado, a mi recuerdo sentada en la milonga buscando a los músicos para poder bailar, extraño al cantante en vivo, al bandoneón, a la letra, a su pasión, pero no la encuentro, saco un lápiz y escribo en una servilleta de papel: "San Telmo es el tango, el protagonista y mi barrio...qué loco, qué triste y qué bizarro".

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bueno es haber encontrado en el mundo a alguien con quien compartir las calles de este lugar tan mágico tomados de la mano, que tenga la sensibilidad de sentir lo que siento desde el primer momento que lo conocí, lugar marginal por aquellos tiempos. Plagado de malandras y conventillos.
Ahora a pesar de su popularidad, aun quedan rincones que solo nosotros sabemos que están para nosotros. Como los paseos y las tardes inolvidables…
Nuestro amigo de “PIZZA A LA PARRILLA” en la vieja rotiseria, sus pastas caseras, la tortilla de papa y las picadas en el federal. Que buenos momentos nos dio y nos va a seguir dando San Telmo, a pesar de aquellos que no lo sienten ni lo cuidan….

Te amo mucho y no dejes de escribir que lo haces muy bien.

Tu GYPSY

Anónimo dijo...

No sabía este don tan grande que Dios te dio. Felicidades Mari!. Al mismo tiempo tus palabras se convirtieron en nostalgia para mi. si bien no conoci a ese San Telmo en blanco y negro lo que conocí de ese lugar bastó para enamorarme de tu buenos aires...que muchas veces lo siento tan mío como tuyo a pesar de no haber nacido en esta apasionante ciudad.
Te quiero mucho cuñi!
Gabi

Cables Cruzados dijo...

Gracias a ambos!!! Rod: siempre tendremos a nuestro amado San Telmo, gracias a tu lado encontré esa postal en blanco y negro que tanto buscaba. Y Gaby, es hora de que regreses y conozcas este lugar mágico, lugar tanguero y de corazón porteño...

Anónimo dijo...

Es una lástima ver a veces la falta de conservación que existe también en San Telmo, edificios deteriorados que podrían ser restaurados, abandonados y venidos abajo, una pena.

Laura